lunes, 30 de enero de 2012

El rey de la batalla

Como ya aventuré ayer, mi apuesta más fuerte de sobre quién ganaría el Royal Rumble fue para Sheamus, y así ha ocurrido. El irlandés, que entró en el puesto 22, se convirtió en el primer europeo ganador de la batalla después de eliminar a Chris Jericho tras una intensa lucha. Me alegro por él, ya que le va a venir muy bien para seguir con su trayectoria y no me extrañaría que ganase el título de los pesados en Wrestlemania 28.
Sin embargo, aunque el final fue bastante entretenido con Randy Orton y Big Show también involucrados, el resto del Rumble fue muy normalito tirando a malo. Abusaron de luchadores sorpresa aunque éstos fuesen los que más reacciones provocaron. Lo de Kharma ni me lo creía. Ayer estuve echando cuentas para ver si podía estar en el Rumble pero no me salían los números, aunque no caí que cuando dijo que estaba embarazada ya podía estarlo desde hace un par de meses. Pero por otro lado, gente como Michael Cole sobraba y yo hubiese cambiado el orden de algunos luchadores: R-Truth demasiado pronto, Swagger demasiado tarde, Khali demasiado tiempo, etcétera. En conclusión, un Royal Rumble MUY normalito.

1 comentario:

  1. Eres muy generoso diciendo "MUY normalito". Ha sido MALISIMO. La finalidad de la batalla real no da sentido a tanto "cameo" sin relevancia. Al espectador hay que hacerle creer que todo el que entre tiene intención de ganar (y que tiene opciones), como pasó el año pasado con la sorpresa de Santino. Es que, por ejemplo, Foley hace una promo hace 2 semanas hablando de que quiere participar en RR para ganar y bla, bla, bla... y no pierde la oportunidad de echar un "pulso gitano" con Santino! Venga hombre! Han sido muchas las plazas desperdiciadas. Si hubiera sido un Rumble de 40 como el año pasado, lo hubiera entendido porque habría sitio para todo (tanto la parte cómica como para la parte competitiva), pero con 30, se me ha hecho muy poco emocionante, salvo el 1 on 1 final de Sheamus y Jericho, en el que se han movido a la perfección al filo de la eliminación.

    ResponderEliminar