Sin embargo, hay veces en las que no es muy creíble que alguien ajeno a lo que ocurre lo esté grabando. Es el caso del ataque de Samoa Joe a Kazarian en un bar que se dio esta semana (todo ficticio, evidentemente). Nos hacían creer que las imágenes eran de un aficionado que se encontraba en un bar y lo grabó todo con el móvil, algo un poco difícil al considerar la calidad de la imagen y demás.
Ya se todo eso de wrestling is scripted pero a veces soy muy quisquilloso para este tipo de detalles y me cuesta mucho creerme eso.
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