Semana tras semana Smackdown está perdiendo muchísima intensidad, en parte por culpa del mal reparto del roster. La Battle Royal del viernes fue un ejemplo de lo que digo. El hecho de que fuesen 41 los participantes no hizo más que empeorar las cosas. De todos es sabido que este tipo de combates es interesante cuando queda poca gente, ya que al principio no se distingue nada y los wrestlers parecen tontos intentando sacar del ring a los demás. Además ganó Orton y quiso que su combate fuese ante Mark Henry (¡otra vez!). Tenía la esperanza de que eligiese a Rhodes pero supongo que a los bookers les parece mejor que todo sea tan ambiguo. Las dos últimas semanas en los shows de WWE han sido muy flojas y tendría que empezar a preocupar a los responsables.
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